Rabia

Te arde el cuerpo. Sientes el deseo de destruir, de arrasar todo lo que se interponga en tu camino. No oyes, no ves, solo ardes.

La rabia es el sentimiento más impredecible. Desde un simple grito hasta una agresión, la rabia es difícilmente controlable. Relájate, no dejes que la ira te consuma, porque te puedes arrepentir de las cosas que hagas cuando estés bajo este estado.

Un objetivo fallido, una decepción personal, una burla, y mil cosas más pueden originar el enfado. Pero hay que saber cuando desquitarse. No pagues con los demás lo que es algo tuyo. No te bajes a su nivel si se ha burlado de ti. Al final sales peor parado tú.

Los impulsos a veces son buenos, como la intuición o la iniciativa, pero en el caso de la rabia, te ciega tanto que tus impulsos rara vez van a ser acertados. No quieras estar rabioso, es un estado de vida poco apetecible.

Sé feliz. Disfruta de los momentos buenos que te da la vida. Aparca en un lugar oculto esos momentos que no te gustan. Vive con una sonrisa de oreja a oreja y no dejes que nadie te la quite.

"La cólera da ingenio a los hombres apagados, pero los deja en la pobreza"

Reina Isabel I de Castilla